"Es el estado de la mente que se adhiere firmemente y sin ningún temor a una verdad". La certeza es algo subjetivo, por ende está en el entendimiento de la persona, que juzga sin temor a equivocarse. Aceptar algo como verdad, significa tener un "juicio consciente y seguro" sobre aquello que se está conociendo; dice Brajnovic.
El sujeto no puede modificar la verdad, sólo le está permitido alcanzarla, por lo que la certeza es un estado subjetivo, mientras que la verdad se encuentra en esa educación entre lo subjetivo y lo objetivo. La verdad es causa de la certeza y no al contrario.
Cabe aclarar que, a diferencia de la fe, la certeza está mas relacionada con el hombre mismo, y no con la confianza en otra persona como fuente de lo verdadero.
El periodista siempre tiene la certeza física y moral, pues al recoger datos de la realidad, siempre estará presente el hombre, su conducta y su relación social; sin desligar el plano de lo sensible. Para que exista certeza se necesita una evidencia. Alejandro Llano la definió como "la presencia de una realidad (...) claramente dada", lo cual otorga razones más fundamentadas para tener la seguridad de que un hecho es verdadero.
En la búsqueda diaria de hechos, los profesionales no sólo se conforman con lo que diga un vocero sobre la crisis económica, sino tratan de buscar evidencias, tales como documentos, cifras, análisis o información de archivos, que sustenten o refuten dicha declaración. Por esta razón se verá en los periódicos la publicación de algún estado de cuenta bancario que muestre una malversación de fondos, o los movimientos que se han hecho en la cuenta si pesa una denuncia contra un funcionario público, esto como evidencia física de corrupción.
La opinión
En muchas ocasiones, la opinión de una fuente es considerada como verdad, por tanto, se puede incurrir en el error de pensar que todo aquello que revele la fuente de información es considerado como cierto y por tanto publicable. Lo cual colocaría a la opinión como causa de la certeza. Para poder llegar a ser objetivos, los periodistas deben presentarle al público la certeza como certeza y la opinión como la opinión.
Cuando al sujeto se le presentan dos o más alternativas sobre un hecho, su entendimiento tiene mayor tendencia a una de ellas, al adherirse a alguna de las partes, está manifestando su opinión frente a la verdad.
Es importante no confundir lo opinable con lo cierto, ni viceversa. Es necesario saber identificar cuándo es certeza y cuándo es opinión.
A medida que se indagan los problemas con mayor profundidad, se obtienen opiniones más fundadas; y en muchos casos, se llega a conocer también la verdad con certeza.
Alejandro Llano.
La duda
"Es en estado de la mente en el que el intelecto fluctúa entre la afirmación y la negación de una determinada proposición, sin inclinarse más a un extremo que al otro": Alejandro Llano. En estado, el intelecto oscila entre algo afirmativo o falso, sin adherirse a alguno de estos lados, como ocurre en la opinión.
La duda puede llegar a retardar seriamente el proceso de toma de decisiones de una persona, si siempre está divagando en qué hacer y por qué hacerlo. Esa inseguridad que representa para el hombre, puede tener implicaciones en su cualidad de la vida porque lo priva de la estabilidad y el equilibrio que se consigue con la certeza.
En la profesión periodística, la duda es un obstáculo para la publicación de informaciones si no se tiene seguridad de algo. Por eso no se puede considerar la difusión de dudas o rumores como información, ya que siembra una inquietud en la sociedad sin darle evidencias de algo. Pero la duda también se puede considerar como motor que despierta esa necesidad de no permanecer en las tinieblas y encontrar la luz que representa la verdad.
La fe
"Cuando la voluntad mueve al entendimiento a sentir con certeza, sin miedo a que sea verdad la opinión contraria, basándose en el testimonio y la autoridad de otro", se habla de la Fe.
La fe es un tipo de certeza que "se basa en la autoridad del testigo, manifestada por la evidencia de la credibilidad", es decir, que se confía en lo que otros afirman, sin temor a equivocarse.
Esto ocurre con el periodista que deposita su confianza en su fuente de información y cree lo que esta le dice, sin ponerlo en duda la mayoría de las veces; y mucho menos busca una evidencia de ello, pues confía en esa persona.
El error
"Alguien puede estar convencido que juzga rectamente y bien, y sin embargo, puede equivocarse, estar en un error, y por consiguiente no tener conocimiento cierto y exacto"
Consiste en hacer un juicio falso acerca de algo que se ignora. O cuando afirmamos lo falso como verdadero. Si se dice puede caer en el error, porque obviamente no es perfecto, también se debe afirmar que puede salir de este estado con su inteligencia y voluntad. El error -cuando se reconoce- siempre supondrá un querer llegar a la verdad.
La falsedad es la ausencia de la verdad, por lo tanto si la verdad representa el bien del entendimiento, la verdad supone un mal. Es un mal en el intelecto que puede, y con frecuencia lo logra, llevar a la voluntad a obrar erróneamente.
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